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Pedro Rodríguez de Campomanes


Pedro Rodríguez de Campomanes nacío en Sorriba, concejo de Tineo, Asturias, en 1723. Empieza los estudios a cargo de su tío en la colegiata dominica de Santillana del Mar, para luego entrar a la Universidad, donde se licencia en ambos derechos. No está muy seguro en que ciudad cursa estudios, pero se cree que en Sevilla. Ya en 1745 entra en la Administración Pública como abogado de los Reales Consejos.  En paralelo con su actividad política, mantuvo su vocación por las letras, como demuestran sus entradas tanto en la Real Academia de la Historia (1748) como en la Real Academia Española, y es que Campomanes también era un historiador. En estos años escribe su Historia sobre la Orden y Caballería de los Templarios de 1744. Con la llegada de Carlos III vive un ascenso mucho más rápido, convirtiéndose en fiscal del Consejo de Castilla, lo que le permite elevar informes sobre el estado del país y proponer soluciones reformistas.

Será también presidente de la Mesta, y ya en sus últimos años en política será Presidente del Consejo de Castilla (1786) y de las Cortes (1789). Dos años después se retira de la vida pública hasta su muerte en 1803. De carácter huraño y desconfiado, Campomanes estuvo influido por la filosofía empirista y por la cartesiana, es un erudito como lo demuestran sus obras sobre temas de lo más variopinto, pero su verdadera inclinación es hacia la Historia del Comercio, siempre desde una perspectiva de Economía Política. Se siente aislado en una sociedad hostil al cambio y a la innovación, y quiere romper con la nobleza y el clero, crear debate y dinamismo, pero su idea tiene poco calado y se retrotrae, con la amargura de una sociedad que no avanza al ritmo de las nuevas ideas, que expone en sus escritos. Estos siempre están impregnados de la idea de reforma, al calor de las monarquías ilustradas de la época Entre otras cosas, fue defensor del regalismo regio, y fue un participe activo en la expulsión de los jesuitas de 1767, siendo enemigo hasta de los jansenistas.

En su obra, podemos ver claramente la idea de reforma, presente en las demás monarquías ilustradas europeas de la época, pero sin perder el cariz de monarquía absoluta. Tocó todos los temas, desde la educación, la justicia, la agricultura, el comercio e industria. Defendió la libertad de prensa y la tolerancia religiosa, con diverso resultado. Creía que el retraso de España se debía al abandono de las actividades agrícolas, por ello sus esfuerzos se destinan allí en primer lugar, como el fomento de la pequeña propiedad agrícola, la introducción de mejores técnicas o la educación del campesino, siempre entendiendo al agricultura como la base del Estado. En cuanto la industria, tema que nos ocupa en el trabajo, se dedicó también con esmero, siendo partidario de una industrialización impulsada desde lo privado y libre de las reglamentaciones gremiales, de pequeño calado, sin caer en las grandes aglomeraciones proletarias, siendo impulsor de las Sociedades Económicas de las que hablaremos más adelante.

Discursos sobre el fomento de la industria popular, escrito en 1774, relata su idea de incorporar la manufactura a la agricultura. No pretende que los trabajadores sustituyan la actividad agrícola y se incorporen a la industria, sino que esta simplemente sea un complemento a su economía, alcanzando así uno de los objetivos ilustrados, la paz social. Que hagan manufacturas por su cuenta propia, para ser más productivos. Luchar contra una agricultura atrasada, muy sujeta al clima, haciendo al agricultor menos independiente económicamente, así como destacar más mano de obra, que haya menos mendigos.  Estas son algunas de las ideas que adelantamos de su Discurso sobre el fomento de la industria popular, donde incorpora la institución de las Sociedades Económicas, que debían servir para ver los males y proponer los remedios.

  1. blademanu
    junio 2, 2010 a las 11:36 am

    Estamos saturaillos de siglo XVIII, pero gracias :-P. Ten cuidado con la foto, que te ha salido demasiado grande. Abrazos!!!

  2. junio 9, 2010 a las 1:05 pm

    Interesante entrada, me sirve para refrescar para el examen que tengo de Historia Moderna de España!!
    Por cierto, ¿es posible colaborar con este blog?

  1. junio 14, 2010 a las 9:15 am

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