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«Toledo: cruce de destinos», de la Historia al mito


    Las series históricas están de moda, y las productoras españolas parecen haber querido apuntarse a la tendencia de recrear “a su manera” los episodios más trascendentales de la Historia de nuestro país, al estilo de los antiguos románticos decimonónicos.
El pasado martes 10 de enero se estrenó la nueva producción de Antena3, “Toledo”, cuyo mayor atractivo amenazaba con ser la incorporación del actor Maxi Iglesias al reparto como protagonista. Más de 3.5 millones de espectadores decidieron sentarse frente a sus televisores la noche del martes, y no pocos los que fueron comentando a través de Twitter el avance de la trama, no sin ciertas dosis de escepticismo.
El primer capítulo confirmó algunas de nuestras impresiones, pero también nos deparó algunas sorpresas. Veamos con más detenimiento algunas de estas apreciaciones, como siempre desde un punto de vista histórico.

    La trama comienza con un clásico capaz de enervar el espíritu de todo «buen español»: los malvados musulmanes se presentan en una celebración que se está llevando a cabo en una especie de villa cristiana dispuestos a masacrar a los ingenuos y felices cristianos. El pequeño Maxi Iglesias presencia cómo el despiadado Abu Bakr (personaje difícil de identificar) asesina a su madre delante de sus propios ojos.
Diez años después, su padre, el caballero Rodrigo Pérez de Ayala (el alter ego del Cid Campeador en la serie) debe cesar el asedio al castillo de Consuegra  donde se esconde el asesino de su mujer por orden de su rey Alfonso X. Las razones de este asedio nos inquietan cuanto menos, ya que por aquel entonces hacía muchas décadas que la taifa de Toledo había sido incorporada al territorio cristiano.

    Imposible no citar al personaje de Alfonso X “El Sabio”, interpretado con poco acierto (a mi parecer) por Juan Diego, quien aparece retratado como un rey pacifista y tolerante. Quizás esta actitud del monarca se deba a que, según las crónicas de la época, ya se habría desquitado combatiendo contra los moros de Córdoba y Sevilla. Y por si acaso una tregua invitaba a los inquietos musulmanes a replantearse su fidelidad al rey, se dedicó a desmantelar sistemáticamente las capitulaciones que su padre, Fernando III, había firmado.

   La historiografía ha ensalzado tradicionalmente la época alfonsí como un periodo de tolerancia y colaboración entre las Tres Culturas, cuya máxima expresión sería la Escuela de Traductores de Toledo. Sin embargo, autores como Francisco García Fitz han puesto de manifiesto que el estudio de la política y la legislación de la época hacen pensar más bien en la existencia de una actitud más bien hostil y cargada de prejuicios hacia las comunidades judías y musulmanas. Si bien es cierto que efectivamente se produjo una colaboración multicultural en aspectos políticos, económicos y científicos, todo apunta a que dicha cooperación pudo ser más bien interesada, y no motivada por un verdadero respeto y admiración mutuos. La teoría de la convivencia de las Tres Culturas, el gran pilar sobre el que se apoya la serie, parece carecer de la solidez suficiente como para sostener la trama.

    El otro gran error histórico que se ha cometido en la serie tiene que ver con los infantes de Castilla. El primogénito de Alfonso X fue Fernando de la Cerda y no Sancho, y ambos fueron hijos de la reina Violante. Aunque el morbo de la preferencia del rey por el pequeño Fernando puede despertar el interés del espectador, la ficción en este caso sobrepasa los límites de las licencias que este tipo de series históricas deberían tomarse.

    Podríamos comentar más puntos flojos de la serie como la mediocre recreación del Toledo medieval (limpio y luminosos en exceso para una ciudad de la época) o fallos evidentes como el que un judío comparta mesa con un cristiano (realmente poco probable por la existencia de unas reglas especiales para los judíos en relación a la alimentación y la forma de preparar los alimentos); o bien el hecho de que Abu Bakr necesite en un primer momento un intérprete para comunicarse con los cristianos y después aprenda castellano por arte de magia, ¿se acabó acaso el presupuesto de rodaje antes de tiempo?

    En cualquier caso, también nos gustaría destacar los aciertos de la serie, que en un solo capítulo muestra de forma convincente la problemática de la convivencia entre cristianos, judíos y musulmanes a través de los escenarios del poder por un lado (tramas de poder en la Corte) y de la convivencia a pie de calle, donde los prejuicios generados por el estado de la opinión dificultarían probablemente el desarrollo de unas relaciones cordiales entre los miembros de las Tres Culturas. En este sentido tiene relevancia la mención a la ideología de Cruzada que, desde la Iglesia, se fue imponiendo en la Corte como justificación al avance cristiano que proporcionaba nuevas tierras a la nobleza implicada en las conquistas.
Por último, hemos de destacar la brillante interpretación de Eduard Farelo, (Rodrigo), que eclipsa sin lugar a dudas al resto de personajes y acapara finalmente el protagonismo de la serie.

    Con todo, hay que decir que se sigue echando de menos en la televisión española una producción histórica de calidad que muestre que su equipo se ha preocupado por rodearse de unos buenos asesores históricos, en lugar de hojear los empolvados manuales de Historia de BUP. Esperemos que los nuevos capítulos de “Toledo” nos traigan alguna novedad que nos haga pensar que los esfuerzos de los historiadores por recuperar la verdad sobre el pasado no son borrados tras el morboso eslogan de “poder, sexo y ambición” al que las series históricas nos tienen acostumbrados.

Fuente: GARCÍA FITZ, F., «¿La «España de las tres culturas»? El tópico de la tolerancia y los límites de la coexistencia en la España medieval», en Mª Jesús Merinero (Coord.), Diálogo de Civilizaciones (Oriente-Occidente). Aporte al entendimiento internacional. Simposio internacional, Cáceres-Madrid, 2002, pp. 127-155.

Categorías: Historiadores
  1. enero 13, 2012 a las 8:32 am

    […]En este sentido tiene relevancia la mención a la ideología de Cruzada que, desde la Iglesia, se fue imponiendo en la Corte como justificación al avance cristiano que proporcionaba nuevas tierras a la nobleza implicada en las conquistas.[…]

    Se fue imponiendo, en la época de Alfonso X? Yo diría que se había asentado un par de siglos antes…

  2. cliopatra90
    enero 13, 2012 a las 8:39 am

    Desde luego Hernando, no me refiero a que sea una novedad del siglo XIII, sino a que esta ideología cada vez tomó más peso en las empresas territoriales de los reyes cristianos y permitió justificar las injusticias que se cometieron contra la población islámica, incumpliendo las capitulaciones firmadas por los reyes.

  3. Luís
    enero 13, 2012 a las 10:32 pm

    Efectivamente, parece un contrasentido que se pretenda hacer una serie basada en hechos «históricos» y luego se tomen licencias tan series como modificar de cabo a rabo dichos hechos históricos, es decir el propio fundamente de la serie. Para recrear una época histórica y tomarse cualquier licencia ya tenemos «Águila Roja», cosa que me parece perfecta. Sin embargo el autor del artículo, salvo en el caso del craso error histórico de los infantes de Castilla, el resto del artículo lo dedica a criticar negativamente el capítulo, sin fundamento alguno, se contradice así mismo y sabe que repican las campanas, pero no sabe en que iglesia.

    • cliopatra90
      enero 16, 2012 a las 2:46 pm

      Efectivamente, el artículo es una crítica negativa al capítulo, pero también considero que ha habido algunos aciertos que los espectadores con mayor formación histórica pueden apreciar y que sería una lástima no destacar.
      Te puedo asegurar que me he documentado muy bien para escribir este artículo, y si quieres saber en qué iglesia repican las campanas te sugiero que consultes el libro que propongo al final, que es de donde yo he sacado la información.

    • V
      marzo 17, 2012 a las 2:28 pm

      «licencias tan series», «fundamente», «se contradice ASÍ mismo»…. madre mía, para criticar estás tú Luís con tilde!

  4. hathor
    enero 14, 2012 a las 7:40 pm

    Normalmente,los criterios por los que se rigen las series obedecen más a la espectacularidad de las escenas,la posibilidad de tramas atrayentes(celos,poder,amor,luchas) y los escenarios imponentes-es decir,criterios casi cinematográficos-que al rigor histórico.Si al menos el espectador quisiera poner en marcha su espíritu crítico e investigara la veracidad o no de los hechos…ya serviría de algo.
    Enhorabuena por el post.

  5. Rebeca
    enero 17, 2012 a las 2:10 am

    Totalmente de acuerdo, Me ha dado por informarme mas sobre la historia medieval española y estaba totalmente perdida en lo de que Sancho fuese hijo primogenito de un «matrimonio anterior»…. no se caso con ninguna antes de Violante, no? Fueron simples pactos matrimoniales no llevados a cabo. No entiendo porque hacen esto, me han quitado las ganas de seguir viendo mentiras

    • blademanu
      enero 20, 2012 a las 8:05 am

      Tranquila, Rebeca. Piensa que no te «están ofreciendo» un documental, sino una serie televisiva que busca acaparar audiencia, entretener y darle un halo de misterio y veracidad histórica que engancha un algo más al público, más aún desde los «códigos da vincis-templarios» y compañías.

      Yo aún no la he visto, pero si te entretiene, sigue atenta a la trama; pero eso sí, siendo consciente de que es ocio y no aprendizaje histórico, que para eso hay videos, audios, exposiciones, congresos, comunicaciones, conferencias, asignaturas, seminarios, manuales y obras especializadas (algunos de ellos verdaderos tostones).

      UN ABRAZO!

      • hathor
        enero 20, 2012 a las 10:20 am

        Completamente de acuerdo,blademanu.Simplemente,despertar el interés por la Historia en público no atraído hasta ahora por ésta,es un objetivo más que suficiente…

  6. cliopatra90
    enero 24, 2012 a las 2:47 pm

    Estoy de acuerdo con vosotros, pero despertar el interés del público por la Historia no debe hacerse a cualquier precio, y en el caso de esta serie creo que se dedica a reproducir tópicos que no ayudan en nada a matizar la Historia que todos ya conocemos, esa de los cristianos contra los moros y las cruzadas gloriosas.
    Está bien como entretenimiento, pero me parece muy bien tu interés Rebeca por informarte sobre la veracidad de los hechos históricos que se cuentan en la serie.

  7. pasabaporaqui
    enero 31, 2012 a las 8:12 pm

    Cliopatra tiene mucha razón.

    Yo tampoco creo que con tal de fomentar la historia todo valga. Estamos de acuerdo que no es una obra de divulgación, y pasen los errores y defectos de forma, pero falsear datos y fechas es imperdonable.

    Aparte esas meteduras de pata, me parece una serie repleta de ñoñeria y maniquiesmo barato. Si no fuera por las escenas de sexo pasaría por una serie más de aventuras juveniles del tardofranquismo.

    Guionistas actuales de tres al cuarto, si leéis esto sabed que la Historia y Literatura españolas están llenas de pasajes y obras esperando que alguien digno las lleve al cien y TV, pero claro, aante tenéis que estudiarlos y leerlas. Mientra tanto, lo mejor que podéis hacer es ambientar vuetros bodrios en la Tierra media o en Chichinabolandia, por ejemplo.

  8. enero 31, 2012 a las 10:09 pm

    Esta serie es un insulto… a la historia, a la coherencia y a la cultura. La televisión tiene la responsabilidad de hacer bien su trabajo, que en el caso de una serie histórica no es solo entretener, si no evitar faltar a la historia. Debe tener en cuanta que lo que emiten llega a mucha gente, que no sabe si lo que ven es veraz o no, así que más les valdría hacer las cosas bien, más aún cuando se atreven a entrar en una época y contexto histórico como el de la serie «Toledo» en los que hay aún tantos tópicos.

    Algo parecido pasa con Aguila Roja, aunque en esta serie al menos se esfuerzan bastante en hacer evidente que carecen de intención de enseñar sobre la historia de esa época… lo del cameo de Jorge Lorenzo haciando una carrera en burro vestido de «piloto medieval» fue de lo peor que he visto en televisión… bueno… no, hay cosas mucho peores en tv, pero fue bastante heavy.

    Saludos!

    Me pasaré más por aquí, a leer el blog, que lo tenía un poco abandonado…

  9. Marian
    febrero 2, 2012 a las 12:01 am

    He empezado a ver esta serie y sinceramente he de decir que estaba muy pero que muy perdida, porque no me cuadraba para nada con la historia que conocía de Alfonso X. Errores como el de los hijos me hacen cuestionarme una vez más la calidad de las series españolas. Vale que es una serie y no un documental, pero creo que se debe intentar reproducir lo más fielmente posible la historia, porque si no no haces una serie histórica. Hay que tener en cuenta que es una manera de acercar nuestra historia a las generaciones más jóvenes, quienes se creerán a pies juntillas los datos aportados por la serie. No van a coger un libro para contrastarlo, por lo que si se les cuenta mal la historia, la aprenderán mal. Me parece innecesario ese tipo de modificaciones que no vienen a cuento. Si no les gusta la historia, que hagan una serie de ficción, pero no este mamarracho.

  10. Marian
    febrero 2, 2012 a las 12:07 am

    Por cierto, el condado de Miranda no es bastante posterior??

  11. Galiana
    febrero 16, 2012 a las 6:36 pm

    soy toledana y lamento decir que esta serie está llena de inesactitudes, no se bién si por ganar audiencia, ni siquiera está rodada en Toledo.
    La reina Doña Violante casó a una edad muy temprana y tuvo con su esposo Alfonso ni más ni menos que once hijos, y desde luego que Sancho no fué su primogénito, sino Fernando, conocido como » DE LA CERDA»

  12. Galiana
    febrero 16, 2012 a las 6:51 pm

    corrijo mi error, tuvo diez hijos, no once

  13. febrero 17, 2012 a las 5:49 pm

    Me gusta la serie, pero creo que los guionistas deberían ahberse docuemntado mejor. Hay bastantes fallos én lso datos históricos. Aún así la serie es entretenida y algo de cultura lleva, aunque podia ser mejor…

  14. Isabel
    febrero 25, 2012 a las 7:11 pm

    Hola!

    Yo no voy a discutir sobre la historicidad. La verdad es que la serie me gusta y cuenta con un reparto muy conocido. Disfrutaré de la ficción. Aquí les dejo información sobre los actores

    http://artes.uncomo.com/articulo/los-actores-de-toledo-cruce-de-destinos-5189.html

    Un saludo!

  15. Guillaume de Avilés
    marzo 5, 2012 a las 11:30 am

    Como podeis decir que ese personaje rodrigo perez de ayala sigloxiii es el alterego de el cid campeador rodrigo ruy diaz de vivar del siglo xi estamos sunormales o que es mas en la serie plantean que sancho de castilla no era hijo de violante de aragon cuando realmente si lo era entonces la documentación historica se la han pasado por los huevos, no? luego eso de que la primera escena crispa a todo buen español lo podemos considerar un comentario a la par que racista fascista? vengaya hombre quien ha escrito este articulo un becario de los guionistas que ni siquiera se ha molestado en mirar la wikipedia para saber quien son los personajes porcierto que confundir rodrigo perez de ayala con enrique perez de aranda es grabe he, mas quenada porque los apellidos del primero ni existen hasta el siglo xix pro vamos que para incultos podemos echar un vistazo a nuestro alrededor el país esta lleno, lo que me parece muy fuerte es que diciendo falacias como serie historica y como que esta documentada con las cantigas pero si el vestuario es inventado parwce sacado de un carnaval los pobres visten como ricos y los ricos como meretrices y gogos de discotwca o stripers que narices son esos pantalones de cuero? vamos va porfavor no engañeis mas al público y dignaros a hacer algo historicamente correcto y con trabajadores españoles que encima que tenemos crisis le damoa curro a diseñadoras yankis el vestuario de la epoca estaba diseñado no es necesario rediseñarlo y encima hacer un reportaje en el que se dice a la gente que se han documentado buah!

  16. Ana Belén Roca
    marzo 16, 2012 a las 6:44 pm

    La historia ni se molestan en consultarla. Yo, ya no me esperaba otra cosa. Eso si ,no hables de incultos :los nombres propios van con mayúscula,las palabras se separan,las «w» se usan mucho menos en español,……para que los que leemos no tengamos que
    interpretar.

    La cultura tambien engloba la gramática.

  17. María
    abril 4, 2012 a las 7:22 am

    ¿Y la cara de panoli que le han colocado a un Infante de la Edad Media? Fernando.
    Me parece horroroso. Yo que no soy asídua a las series del país, sólo ví La Señora, estoy alucinando, sobre todo con lo básico de la historia, el primogénito era Fernando de la Cerda, no Sancho. Y luego Violante de Aragón tuvo 12/13 hijos, en la serie parece que sólo tuviera a Fernando.
    Sin mencionar a la apariencia del Rey,qué pena daba verlo, con esos pelos…
    Destacar como han dicho, la actuación de Rodrigo (Eduardo Farelo) no lo conocía, pero me encanta, sin un gran atractivo físico, enamora.
    No sé quien es ese Boomenang pero se ha lucido. a ver si en su prox. producc. histórica se entera de la Historia.
    Soy de Toledo y me da pena.

  1. enero 12, 2012 a las 11:39 pm

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