Consecuencias de la caída del Muro

Hace veinte años celebramos el inicio de un nuevo periodo que prometía libertad, igualdad y prosperidad. La Alemania soviética se resquebrajaba como su muro por el azote de miles de ciudadanos que pedían libertad. La Alemania del Este ha avanzado sí, pero no es todo oro lo que reluce. Resulta curioso que el 50% de los alemanes del Este sientan nostalgia por su ex-RDA, que se sientan ciudadanos de segunda y que añoren el sabor del café que le procuraba su estado “socialista”.

Además las lecturas que se hicieron después de la caída del muro fueron bochornosas. El filosofo Fukuyama y otros neoconservadores dieron la vuelta a la tortilla diciendo que «el capitalismo había triunfado» y que «la izquierda había muerto». Lo que era una fiesta de la democracia y del Estado Social cuando cayó el muro se convirtió en una borrachera de capitalismo y libertinaje, ahora la borrachera se va pasando y queda una resaca que la pagan millones de trabajadores de todo el mundo con una nueva crisis capitalista.

El nuevo capitalismo se forjó después de la caída del comunismo. Un sistema que empezó a deslocalizar, privatizar, a eliminar las prestaciones sociales, a facilitar el despido, a hacer guerras preventivas… Un capitalismo que rompía con la tendencia del Estado del Bienestar que había vuelto a hermanar las dos Europas.

Como la historia murió con el fracaso del comunismo todo aquello que oliese a socialismo era tildado de anacrónico. Para parte de los neoconservadores los sindicatos son “stalinistas” por defender mejoras en el tajo, el Gobierno de Obama es “totalitario” por pretender un sistema sanitario universal… Esta burda relación entre el comunismo represor y el progresismo democrático hizo mella en la Europa social que se ha ido transformando en un Europa del capital y los mercaderes.

Ese estigma de trasnochado que le quedó al movimiento obrero ha provocado un declive de los sindicatos y partidos tradicionales y una pérdida de “conciencia de clase”. La patronal, consciente de la debilidad de los trabajadores, volvió a sus postulados más estrictos, dando así un golpe en la mesa y rompiendo con el Estado del Bienestar que habíamos construido entre todos.

Los partidos políticos de centro izquierda, asustados por el discurso de que ser socialista es viejo, hicieron una renovación de sus bases abandonando su creación (el Estado del Bienestar) e iniciando una nueva era de privatizaciones y perdida de derechos laborales. Hoy los partidos de Centro Izquierda europeos se dan cuenta de su error e intentarán volver al redil del Estado Social.

La reunificación alemana es uno de los acontecimientos que enorgullecen a la humanidad sin embargo ha habido una utilización muy aguda por parte de aquéllos que siempre han entorpecido la libertad e igualdad. “ni la historia ni el movimiento obrero han muerto”.

En estos días pienso en aquellos muros que siguen separando y que no son recordados por la comunidad internacional. El Muro de Berlín murió y siempre lo recordaremos, ahora es el momento de matar otros muros que el sistema se encarga de hacernos olvidar. La Historia no termina, los intelectuales conservadores nos robaron nuestro futuro ahora los ciudadanos del mundo reclamamos recuperar nuestro presente para cambiar el futuro con cada acción y con cada palabra.